GRUPO POÉTICO
ESPERANZA Y ARENA
Muchas personas intentan polemizar sobre el pasado y el futuro de la Poesía. Creo que
esto resulta inútil. La Poesía es sólo presente porque está en la tierra que
piso ahora, en el agua que sacia mi sed
y en la que asea mi cuerpo, en el aire que decide impulsarme cuando salgo de
casa y el que me trae de regreso. Hay poesía en el bullicio de una plaza de
mercado, en la ansiedad de un partido de fútbol, en una protesta, en la sangre
derramada, en la soledad, en el zapatero que remienda mis pasos y hasta en mis
bolsillos vacíos.
Los poeteros (artesanos de la palabra), somos
ciudadanos de la soledad, de esa soledad que paradójicamente nos admite y
permite que nuestro ser libere su propia personalidad. El ejercicio poético es
un ejercicio de síntesis, no es una flota mercante, es un velero. La poesía
moderna es breve; si la belleza se puede expresar en cinco líneas, ¿para qué
utilizar tres folios? La poesía moderna, la de los que caminamos después de los
sesenta, es una poesía ligera que puede leerse mientras se espera una cita
médica, mientras llega el ser amado, antes y después de hacer el amor, como
preámbulo de una conferencia, a la hora de compartir un café.
¿Para qué pedirle compromiso al poeta? Él ya está
comprometido consigo mismo y con la pasión que tiene sobre su arte. El poeta no
nació para la guerra, ni para combatir con las armas, ni para armar trifulcas.
Su única arma es la palabra y en estos tiempos las redes sociales juegan un papel
importantísimo en la revolución de las ideas. Ahora el poema vuela más rápido,
en este momento está en Bogotá y en pocos instantes viaja con su fuego hasta
los lugares en donde el poeta con su cuerpo físico no ha penetrado.
El Grupo Poético Esperanza y Arena con veintitrés
años de vida, ha intentado darle un carisma especial a su misión: la de la
evangelización poética. Somos sus integrantes, eternos aprendices que
compartimos la MAGIA de la PALABRA, a niños, jóvenes y adultos mediante talleres de creación que nos han valido el
reconocimiento nacional como innovación educativa. La palabra es un juego
maravilloso y hay un Banco Mundial de las Palabras, que no pide fiadores, que no
presta, sino que regala y está siempre
abierto a proporcionarnos las que necesitemos para nuestro ejercicio
comunicativo.
Por nuestro grupo han pasado muchos poetas, de
todas las condiciones y niveles, pues no pedimos requisitos especiales, eso sí,
nuestra intención es crecer y fortalecernos; ahora contamos con poetas en
varias ciudades de Colombia y en algunos países latinoamericanos y con ellos
nos reunimos todos los sábados de dos a cinco de la tarde, algunos
presencialmente y otros con sus aportes llegados a través del correo
electrónico.
Cada semana enviamos por correo un ejercicio pedagógico lúdico y
una lectura de un poeta determinado: Ya
conocemos por medio de este ejercicio a más de cien poetas de todas las
latitudes. La respuesta será siempre un ejercicio para poner en común, para la
crítica sana, para la felicitación oportuna o para la sugerencia clara en lo
que precisamos.
El Grupo Poético realiza en ciertas oportunidades,
aprovechando uno de sus objetivos, jugar con la palabra, una forma especial
creada por sus componentes: los ya conocidos por muchos PULPEMAS (Poemas a
cuatro manos), también intentamos conocer otras formas modernas como los SURUBU
LOMA creados por el poeta Manuel Pachón, amigo nuestro, quien busca a través de
poemas sencillos, volver a los orígenes de la poesía indígena.
Esperanza y Arena cuenta con un hijo: MAGIA DE LA
PALABRA: su oficio, editar nuestros libros, (ya tenemos treinta y dos) y realizar
los talleres de creación con niños, jóvenes y adultos. Nos sentimos felices de compartir.
la poesía, un lago sin orillas,
en donde no nos da miedo navegar.
Guillermo Quijano Rueda
la poesía, un lago sin orillas,
en donde no nos da miedo navegar.
Guillermo Quijano Rueda
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