miércoles, 28 de septiembre de 2016


PEQUEÑA BIOGRAFÍA ALGUNOS POEMAS 
DE JAIRO ANÍBAL NIÑO 



JAIRO ANÍBAL NIÑO, nació en Moniquirá, departamento de Boyacá, Colombia,  5 de septiembre de 1941  y falleció  en Bogotá el 30 de agosto de 2010. Ha sido considerado uno de los más grandes escritores de literatura infantil latinoamericana por su sencillez y belleza de sus obras. Publicó obras de teatro, cuentos y libros de poemas. Sus primeros pasos los dio como artista en el campo de la pintura, luego se dedicó a la dramaturgia. En el campo de las letras, su mayor contribución la hizo al género de la literatura infantil y juvenil a la que dedicó la mayoría de sus publicaciones y gran parte de su carrera como escritor.
A lo largo de su vida Jairo Aníbal Niño fue profesor universitario, director de la Biblioteca Nacional de Colombia hasta 1990, guionísta, director del taller de dramaturgia del Teatro Libre de Bogotá y director del teatro de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. Algunos de sus libros: La Alegría de Querer, Preguntario, Zoro, son aprendidos por niños y jóvenes maestros. Aunque dicen que falleció, sus poemas siguen ingresando a sus aulas y él se manifiesta a través de los escritores, docentes y niños que recrean sus cuentos y poemas.


1.   NO BUSQUES MÁS TU CUADERNO DE GEOGRAFÍA

No busques más tu cuaderno de geografía.
Yo lo saqué de tu morral.
No quisiste ir a matiné conmigo,
el domingo pasado.
Mis amigos me contaron
que estabas en compañía de Bermúdez,
el grandote que practica la lucha libre.
Me contaron que estabas muy linda,
y que te reías a cada rato.
No busques más tu cuaderno de geografía.
Ahora que está lloviendo,
asómate a la ventana,
y verás pasar ochenta barquitos de papel.
No busques más tu cuaderno de geografía.





2.   CUANDO PASAS

Cuando pasas,
se cae un cuaderno
un pie tropieza,
se escurren unos anteojos,
se oprime una garganta,
un par de manos sudan,
se extravía una bufanda.
Lo que ocurre
es que el cuaderno,
el pie,
los anteojos,
la garganta,
el par de manos
y la bufanda
están locos por ti.

3.   USTED

Usted
que es una persona adulta
– y por lo tanto-
sensata, madura, razonable,
con una gran experiencia
y que sabe muchas cosas,
¿qué quiere ser cuando sea niño?


4.   ¿QUÉ ES LA DESPEDIDA?

La despedida es una mano
que es un pañuelo
que es el corazón
y la distancia.
La despedida es una mano
que es un pañuelo
que es una mano
en el corazón
de la distancia.


5.   CONEJOS

El hombre que todos los días
soñaba con conejos
abrió las alas de la ventana
y atisbó el aire seco de la noche.
Se desnudó lentamente
se metió entre las sábanas
como una criatura que se sumerge
en un pozo de hierba
y lloró largamente
porque en la radio habían anunciado
la destrucción total de la cosecha de zanahorias.

6.   VISTA

Los cerros
tienen un color
de música dorada.
Una niña ciega
camina erguida y con pies sabios.
Su bastón es un pájaro blanco
revoloteando en su jaula de sombras.
Los cerros suenan a crepúsculo
y la ciega no se pierde de vista.


7.   POR TI

Por ti
me he convertido en delincuente,
 en un ratero,
en un amigo de lo ajeno
que será perseguido por todos
incluyendo al policía de la esquina,
al profesor de moral,
y al prefecto de disciplina.
Por ti
Ayer en la tarde
me convertí
en un ladrón de flores.

8.   LECCIÓN DE MUSICA

Do,
re,
mi,
fa,
sol,
la,
si.
Si?
Sí,
mi
sol;
sí.



9.   ME HACES UN FAVOR

¿me haces un favor?
¿Qué clase de favor?
¿quieres tenerme mis avioncitos
durante todo el recreo?
¿durante todo el recreo?
Si, es que tú
eres mi cielo

10.              AYER POR LA TARDE

Ayer por la tarde,
como te lo había prometido,
jugué el mejor partido de fútbol de mi vida.
En el primer tiempo
hice un gol a los quince minutos.
A loa treinta y siete hice otro.
En el segundo tiempo,
a los siete minutos,
José Villegas,
el que cuando canta dice
que le nacen mariposas en el pensamiento,
fusiló a nuestro arquero
con un taponazo sobre el ángulo izquierdo.
A los diez y nueve minutos y quince segundos,
David. el que quiere ser aviador,
empató el partido
con un lindo gol de cabeza.
A los cuarenta y cuatro minutos,
al estilo Castañito,
hice el gol más lindo del mundo.
Mi equipo gano por el marcador de dos a tres,
pero yo sentí que había perdido
por que tu no viniste.
Me derrotaron los golpes que me hizo tu ausencia,



11.              COLOMBIA

Colombia
Limita al norte con el mar Caribe,
Al sur con Ecuador y Perú
Al noroeste con la republica de Panamá
Al oriente con Venezuela y Brasil
Y al occidente con el océano pacifico
Yo,
Al norte, al sur, al noroeste, al oriente y al occidente
 limito contigo.

12.              SABES QUE?

¿Sabes qué?
Esta noche,
Asomado a la ventana
Veo la luna
Como si fuera el ojo de una cerradura,
Y sabes que?
Me empino en la punta de mis pies
Con la ilusión
De pegar mí ojo a la luna
Y a través de esa cerradura
Contemplarte dormida

En tu alcoba del espacio.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

MAGIA DE LA PALABRA



El lenguaje, lo real (diferente de la realidad y, paradójicamente, sustitutivo de ella) "apareció" como única posibilidad de hacer verosímil lo que no podía ser aprehendido: el eterno fluir, la realidad. El ser humano es un ser de carencias. El lenguaje es en el hombre el lugar de la carencia. Así, la magia -una forma del lenguaje- es representación imaginaria y simulación ritual (simbólica) con la que se satisfacen en buena medida las privaciones, las angustias, los sufrimientos del individuo y del grupo. Ella estuvo en el origen de todas las prácticas significantes de la humanidad, en las que la palabra articulada y su posterior escritura fueron decisivas para el avance de la especie.



Viniendo al presente, una buena obra literaria (El Quijote, por ejemplo,) puede ser leída aquí, ahora, o en otro tiempo y lugar y nada pierde de su magia. Su autor-narrador es un mago. Tal como son magos los autores anónimos, pues la magia está en sus obras. Los lugares de lectura serán más o menos solemnes, pero es la magia de su lenguaje la que es inherente a la obra. No obstante, "el lector" es quien debe hallarla, rastrearla, vivirla a su manera, lo cual implica "una" transformación; es el lector quien se transforma en esa lectura (lecto-escritura), con la decodificación, el sondeo, el descubrimiento de sí mismo, como sujeto lector que es, como lector-autor, como individuo. Por ello, el lector del que hablamos, es también un mago.

Con lo anterior no se quiere dar a entender que se esté disimulando o intentando desconocer la presencia continua de lo mágico primitivo, ni de los fantasmas colectivos de la humanidad; de ninguna manera. Valga aquí traer a colación el parlamento de un personaje de Hermann Hesse:"cada uno de nosotros es en el ser total del mundo, y del mismo modo que nuestro cuerpo integra toda la trayectoria de la evolución, hasta el pez o incluso más atrás aún, llevamos también en el alma todo lo que desde un principio ha vivido en las almas de los hombres. Todos los dioses y todos los demonios habidos entre los griegos, los chinos o los cafres, todos están con nosotros, están presentes, como posibilidades, deseos o caminos."

Y aquí seguimos, en la superficie agitada del espeso mar enlodado en que nos movemos con dificultad. Hacemos parte activa de este mundo masificado que culebrea y da tumbos bajo el terrorismo de los estados, de los fanatismos, de los grandes bancos y de los tecnologismos. Como decía C. G. Jung en 1927: "Nuestros temibles dioses sólo han cambiado de nombre, el cual acaba ahora en "ismo"."  Somos producto de sociedades esclavas del miedo al día y a la noche; a la vejez y a la muerte. Estamos demasiado acostumbrados a la explotación, la mendicidad, los lamentos, la represión del ser y la represión de los ejércitos.

Por eso es que los amigos poetas nos confabulamos con la magia de la palabra, con la magia del sueño, de las utopías alcanzables, del dedo en la llaga,... la creación en la vigilia, el soplo divino y el enigma de la vida. Es también por esto, que muchos preferimos decir como dijera F. Nietzsche en 1864:

Quiero conocerte, Desconocido,
que estrujas lo profundo de mi alma,
y atraviesas mi vida como una tormenta,
tú, Inabarcable, pariente mío.
Quiero conocerte, incluso servirte.

Es allí, en lo oculto, donde se encuentra con frecuencia la verdad del artista y la verdad del lector, y es en su expresión, en su obra, su lectura, donde se encuentra lo que los convierte en magos a los dos.


Darío Iturregui D.

lunes, 12 de septiembre de 2016

YASUNARI KAWABATA

Breve biografía  


(Osaka, 1899 - Zushi, 1972) Escritor japonés que obtuvo el premio Nobel de Literatura en 1968 por su "pericia narrativa, capaz de expresar la idiosincrasia japonesa con enorme sensibilidad". Fue sobre todo un refinado transmisor de atmósferas y emociones, que plasmó con un lenguaje de singular belleza lírica. Sus temas intimistas, a menudo amorosos, son exploraciones de la soledad y de las delicadas relaciones del individuo con los otros y con la naturaleza.
Tuvo una infancia trágica, signada por la sucesiva muerte de sus familiares más próximos. Completamente solo en el mundo a partir de los quince años, "niño sin familia ni hogar", como se auto definía, completó su educación en un internado y luego en la universidad imperial de Tokio, donde se licenció. Su temprana pasión literaria lo llevó a participar en grupos de vanguardia como el de los neosensacionalistas, que oponían el lirismo y el impresionismo al realismo social de los escritores proletarios, y fue un activo impulsor de movimientos y revistas.
En 1925 publicó Diario íntimo de mi decimosexto cumpleaños, género muy frecuentado por los autores japoneses, pero su estilo cobró verdadera personalidad y madurez en los relatos de La bailarina de Izu (1926). Kawabata, cuya sensibilidad le permitía meterse como nadie en la piel de sus personajes femeninos; cultivó un tipo de novela breve, casi en miniatura, desgarrada y episódica. Su obra cumbre es quizá País de nieve (1937), que narra la relación entre una geisha que ha perdido la juventud y un insensible hombre de negocios tokiota.
Entre los títulos destacados de su producción figuran asimismo Mil grullas (1951), El sonido de la montaña (1954), donde intenta recuperar parte de los valores desplazados ante la irrupción de la cultura norteamericana, El lago (1955), La casa de las bellas durmientes (1961), Kyoto (1962), y Lo bello y lo triste (1965); hacia el final de su carrera se centró casi exclusivamente en la ensayística y la crítica literaria.
Fue presidente del PEN Club japonés durante cuatro años y en 1959 le otorgaron en Frankfurt la medalla de Goethe. El 16 de abril de 1972, enfermo y deprimido, dolido sin duda por la muerte de su amigo Y. Mishima, que lo había definido como un "viajero perpetuo", Kawabata se suicidó en un pequeño apartamento a orillas del mar. Ese mismo año se publicaría póstumamente la biografía ficticia El maestro de Go.


Cuento breve  de Yasunari Kawabata  (Japón, 1899-1972)

Rostros

Desde los seis o siete años hasta que tuvo catorce o quince, no había dejado de llorar en escena. Y junto con ella, la audiencia lloraba también muchas veces. La idea de que el público siempre lloraría si ella lo hacía fue la primera visión que tuvo de la vida. Para ella, las caras se aprestaban a llorar indefectiblemente, si ella estaba en escena. Y como no había un solo rostro que no comprendiera, el mundo para ella se presentaba con un aspecto fácilmente comprensible.
No había ningún actor en toda la compañía capaz de hacer llorar a tanta gente en la platea como esa pequeña actriz.
A los dieciséis, dio a luz a una niña.
–No se parece a mí. No es mi hija. No tengo nada que ver con ella –dijo el padre de la criatura.
–Tampoco se parece a mí –repuso la joven–. Pero es mi hija.
Ese rostro fue el primero que no pudo comprender. Y, como es de suponer, su vida como niña actriz se acabó cuando tuvo a su hija. Entonces se dio cuenta de que había un gran foso entre el escenario donde lloraba, y desde donde hacía llorar a la audiencia, y el mundo real. Cuando se asomó a ese foso, vio que era negro como la noche. Incontables rostros incomprensibles, como el de su propia hija, emergían de la oscuridad.
En algún lugar del camino se separó del padre de su niña.
Y con el paso de los años, empezó a creer que el rostro de la niña se parecía al del padre.
Con el tiempo, las actuaciones de su hija hicieron llorar al público, tal como lo hacía ella de joven.
Se separó también de su hija, en algún lugar del camino.
Más tarde, empezó a pensar que el rostro de su hija se parecía al suyo.
Unos diez años después, la mujer finalmente se encontró con su propio padre, un actor ambulante, en un teatro de pueblo. Y allí se enteró del paradero de su madre.
Fue hacia ella. Apenas la vio, se echó a llorar. Sollozando se aferró a ella. Al hallar a su madre, por primera vez en la vida lloraba de verdad.
El rostro de la hija que había abandonado por el camino era una réplica exacta del de su propia madre. Sin embargo, ella no se parecía a su madre, así como ella y su hija no se asemejaban en nada. Pero la abuela y la nieta eran como dos gotas de agua.
Mientras lloraba sobre el pecho de su madre, supo qué era realmente llorar, eso que hacía cuando era una niña actriz.
Entonces, con corazón de peregrino en tierra sagrada, la mujer se volvió a reunir con su compañía, con la esperanza de reencontrarse en algún lugar con su hija y el padre de su hija, y contarles lo que había aprendido sobre los rostros.

DADIE BERNARD



Novelista y poeta, nació en Assini, Costa de Marfil en 1916.
Es también conocido por sus  piezas teatrales donde destaca su interés por relacionar al África tradicional con el mundo occidental contemporáneo, ejemplo de ello son las obras  “Béatrice du Congo” (1970) e “Îles de tempêtes” (1973).
Estuvo en prisión a causa de sus artículos anti-colonialistas,  a raíz de lo cual escribió uno de sus libros más conocidos “Carnet de prisión” en 1981.


TE AGRADEZCO SEÑOR

Te agradezco, Señor, que me hayas creado Negro,
que hayas hecho de mí
la suma de todos los dolores,
y puesto sobre mi cabeza, el Mundo.
Visto la librea del Centauro
y llevo el Mundo desde la primera aurora.
El blanco es un color de circunstancias,
el negro, el color de todos los días,
y llevo el Mundo desde el primer crepúsculo.

Estoy contento
con la forma de mi cabeza
hecha para llevar el Mundo,
Satisfecho
de la forma de mi nariz
que debe aspirar todo el viento del Mundo,
Feliz
Con la forma de mis piernas
proveas a correr todas las etapas del Mundo.

Te agradezco, Señor, que me hayas creado Negro,
que hayas hecho de mí, la suma de todos los dolores.
Treinta y seis espadas han traspasado mi corazón.
Treinta y seis braseros han quemado mi cuerpo.
Y mi sangre sobre todos los calvarios ha enrojecido la nieve.
Y mi sangre en todos los nacientes ha enrojecido el horizonte.

Pero lo mismo estoy
Contento con llevar el Mundo,
Contento con mis brazos cortos,
con mis brazos largos
con el espesor de mis labios.

Te agradezco, Señor, que me hayas creado Negro,

blanco es un color de circunstancias,
el negro, el color de todos los días,
y yo llevo el Mundo desde el alba de los tiempos.
Y mi risa sobre el Mundo, en la noche, crea el Día.
Te agradezco, Señor, que me hayas creado Negro.

MARILYN MONROE, TAMBIÉN POETA.

Marilyn, también  poeta



La actriz estadounidense Marilyn Monroe (1 de junio 1926 - 5 de agosto 1962), además de su paso por el cine también conoció la complejidad de la vida desde la literatura y la poesía. Más allá de la lectura dejó unos cuantos versos que hablan de la profundidad humana y como ya todo lo han contado las biografías y los críticos, dejemos que sea la palabra quien hable, por ella:

CARNE HUMANA

Soy dulce por fuera,
un cordero
que todos quieren acariciar.
Pero por dentro tengo garras
y enormes dientes
y ganas de devorar
carne humana.
Por dentro tengo tanta hambre
que me devoro a mí misma
y no me sacio nunca.

CUANDO NO ESTOY

Por favor
no hables de mí
cuando no estoy,
no digas cosas malas
ni cosas bonitas.
Cuando no estoy
bésame en los labios,
acaríciame
una y otra vez.
Acaríciate
como si tus manos
fueran las mías.

NADA

Aunque tuviera
toda la riqueza del mundo
si no tengo tu corazón
no tengo nada.

UN MAL SUEÑO

Soñamos con que nos quieran,
soñamos con amar a alguien,
pero es solo un mal sueño
del que conviene despertar.
La quimera del amor
ha hecho más daño al mundo
que lobos y que ratas y asesinos feroces.

NADA SEGURO

No hay que dar nada por seguro
ni siquiera aquello
que más te consuela,
desdichada mujer.
Quizá estás condenada
a vivir para siempre.

ESE JARDIN

Mi cuerpo es el lugar
que prefieren tus ojos
y tus manos también.
Déjalos que corran,
colegiales traviesos,
hacia ese jardín.
Para ellos
yo nunca cerraré
la alta verja
puntiaguda.

ÚNICO DESEO

Socorro, socorro, socorro.
Siento que la vida
me está acechando
cada vez más cerca
y yo lo único
que deseo
es morir.