UN
POETA QUE CANTA A SU INFANCIA Y A LA SENCILLEZ DE LAS COSAS
“Los
poetas son hombres
que
han conservado
sus
ojos de niño” (León Daudí)
El día 17 de febrero 2018, el Grupo Poético Esperanza y Arena tuvo la
fortuna de recibir como invitado a uno de los escritores jóvenes más laureado
en los últimos años: Alexander Buitrago Bolívar.
¿De quién se trata? Buitrago Bolívar es un miembro de la Comunidad de La
Salle (Hermano) y actualmente coordina uno de los colegios en la ciudad de
Zipaquirá en donde nació en 1977.
Ha obtenido varios triunfos a nivel nacional e internacional: Mención en
el Concurso de la Universidad de San
Buenaventura, del concurso de la Universidad Externado de Colombia; segundo
puesto en el Concurso Internacional de Poesía Eduardo Carranza 2014; Ganador
del Premio de Poesía de la Universidad de la Sabana 2018. Es autor del libro
Estación del Fuego.
Alexander, encuentra poesía en las cosas sencillas, en su comunicación
con el mundo interior espiritual, busca sus versos en el pasado, en la
infancia, en las cosas del hogar y de su tierra. Se nutre con la lectura de
novelas y aún de los diarios de Colombia que lo hacen reflexionar sobre su
relación con el mundo social de donde extrae los valores éticos,
individuales y comunitarios. Cuando no
encuentra la poesía, es estela que llega a su encuentro y se interioriza, lo
posee y lo presiona para comunicar el verso.
En medio de su timidez aprendió en los talleres con Piedad Bonnet a
construir buenos versos y a ser riguroso con su trabajo literario.
El poeta Alexander Buitrago Bolívar compartió con Esperanza y Arena toda una tarde de trabajo. Conoció la forma como
los miembros del grupo leen, analizan, evalúan y sugieren en torno a las
creaciones de sus compañeros.
Admiró el ejercicio de Pulpemas que en ocasiones realiza el grupo como
terapia colectiva en donde los versos resultantes no pertenecen a alguien en
especial sino que se hacen creación colectiva.
Nos contó sus actividades como Hermano de la Salle, como escritor, como
ciudadano del mundo, pero ante todo su experiencia como creativo de la palabra.
A continuación, unos poemas del autor:
ESTAS PALABRAS SON SUSPIROS
Estas
palabras son suspiros
que olvidó el mar en tu boca.
Estas palabras aumentan su volumen de lluvia
si escribo ventiscas
y tacho relámpagos.
Estas palabras deben guiarte hacia mis ojos
y hacia las silencias calles
que mi voz habita
con solo llenar de pájaros sus sílabas,
con solo lamer estas metáforas…
Y si tu sonrisa es dulce
o si tu caricia es suave,
me basta para andar por el nocturno sueño.
que olvidó el mar en tu boca.
Estas palabras aumentan su volumen de lluvia
si escribo ventiscas
y tacho relámpagos.
Estas palabras deben guiarte hacia mis ojos
y hacia las silencias calles
que mi voz habita
con solo llenar de pájaros sus sílabas,
con solo lamer estas metáforas…
Y si tu sonrisa es dulce
o si tu caricia es suave,
me basta para andar por el nocturno sueño.
ENTRE EL AMOR Y EL ODIO
Y si solo te rodeara
de abrazos
y de besos como una rosa de rocíos secretos
o un rubí engastado en su anillo
Y si solo te desnudara de ventanas
si desnuda abrieras los brazos a la luz
y tu cabello fuera nocturno
y veloz
como los cometas olímpicos
y los satélites alrededor tuyo
cuando besas
no te heriría sino con pétalos
o plumas
o magnolias
o violetas muertas
o campanas rosando tus rodillas
Yo hasta en la muerte
besaría tu sombra
y tus pies fatigando los senderos
del mundo
huyendo de mi furia asesina
asesino implacable
que te ama
y que te odia.
y de besos como una rosa de rocíos secretos
o un rubí engastado en su anillo
Y si solo te desnudara de ventanas
si desnuda abrieras los brazos a la luz
y tu cabello fuera nocturno
y veloz
como los cometas olímpicos
y los satélites alrededor tuyo
cuando besas
no te heriría sino con pétalos
o plumas
o magnolias
o violetas muertas
o campanas rosando tus rodillas
Yo hasta en la muerte
besaría tu sombra
y tus pies fatigando los senderos
del mundo
huyendo de mi furia asesina
asesino implacable
que te ama
y que te odia.
Como uno que a pie
reconocía cada esquina de tu cuerpo
reconocía cada esquina de tu cuerpo
iba por tus calles
de sal
a tu plaza sitiada
por mis besos
a tus caderas ocupadas por mis dedos
huía sombra
o lluvia en tu espalda
bebiendo tus calles de suspiros
esta noche desbordándose
por los ventanales altos del poema
o ciudad
o mujer de agua
a tus caderas ocupadas por mis dedos
huía sombra
o lluvia en tu espalda
bebiendo tus calles de suspiros
esta noche desbordándose
por los ventanales altos del poema
o ciudad
o mujer de agua
mi tacto de espuma
demorándose
iba por los caminos de tus senos
o torres de avena bajo sobrevuelos de angustia
iba por los caminos de tus senos
o torres de avena bajo sobrevuelos de angustia
iba viento escrito
diseminando magnolias
nenúfares de norte a
sur empezando por tu boca
o a lo largo de tus
piernas de luz
hasta demorarme en
tus manos olímpicas
y caer dormido en tu
regazo de rosa o de suspiro.
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