viernes, 17 de septiembre de 2021

RAÍCES MÁS ALLÁ DEL OCÉANO

 

                                                               RESEÑA LITERARIA

                                               

"Raíces más allá del océano" de Gastón Capelloni. Un libro con una carátula  envolvente, cargado de sonoridad poética en su propia voz, me ha llegado dentro de un gran oleaje. Abrí sus hojas al vuelo como acostumbro y me encuentro con una perla de versos: "Nací en los años que no recuerdo", contundente definición de su fuerza interior. 


Capelloni busca interpretar otra imagen de la realidad, en palabras que indagan más allá de la poesía, con sus formas y estilos predeterminados. Se aparta del molde. Es como si cada verso se independizara del rumbo para confrontar al lector. Lo sacude, lo obliga a dejar la cotidianidad cuando al leerlo nos dice: "Sabré hablarles con la pluma del desapego, describiéndoles el labial del corazón", vuelca en los ojos un caudal de voces diferentes, tesituras que nos dicen que somos personas en un mismo rumbo pero que vuelan a distintas partes a la vez. Como si viajáramos a través de las palabras de Gastón a sus propios espacios para escuchar los gritos que emigran. Sus poemas viajan a través de las olas, el viento o quizás entre tormentas y nos sacuden a todos. 

Viajamos tanto como soñamos, leyendo: "Zapatos y valijas de ilusiones, colmados y catalogados con los suspiros de los adioses". Versos que reafirman ese peregrinaje en el cual andamos en la vida, no solo al partir de un lugar a otro, también al momento de leer y transportarnos a unas poéticas vibrantes.

Uno encuentra dos voces en cada poema. La lectura ávida en español y una traducción al italiano con mucha musicalidad.

Un libro hecho emociones para navegar en las sensibilidades que toman fuerza en su poética. Y donde el autor parece definirse con este verso: "Dueño embriagador de enmascaradas existencias". ¡Bienvenida estas Raíces más allá del océano!


LUZ MARY PINEDA CAMARGO

Poeta, docente y periodista. Bogotá, Colombia

lunes, 11 de enero de 2021

martes, 3 de noviembre de 2020

PREMIACIÓN PRIMER CONCURSO DE POESÍA BREVE

Enlace de Facebook para ver el Certamen de premiación Primer Concurso de Poesía Breve.

 https://www.facebook.com/luzmary.pinedacamargo/videos/10223526580422885






lunes, 29 de junio de 2020

RECORDANDO A MALCOLM LOWRY.




Poeta y novelista inglés. Reino Unido (28 de julio de 1909 – 26 de junio de 1957). Marinero , alcohólico,  novelista y poeta. Su obra más famosa: Bajo el Volcán  (Under the Volcano). Publicó poco en vida, el resto lo hicieron sus amigos.


                                                         UN LOBO EN LA NOCHE

 

 ¡Malcolm amigo!

Poeta dionisíaco, en esta hora alta, te recuerdo.

     Te pienso, aquí, con ese tormentoso mamotreto  -Bajo el Volcán- con el que abofeteas (como sin querer) a estos bípedos humanos de entreguerras, de la posguerra,… de las actuales guerras.

    Tu corva pipa cuelga con desgano -como tu sexo fláccido- en un extremo de esos labios sedientos que ningún líquido –o figurado orgasmo- apacigua de veras.

    Te imagino recordando nostálgico, en la hora llegada, el amado muelle, construido cariñosamente, palmo a palmo, piedra a piedra, con tus fuerzas y las fuerzas de tu amorosa Margerie.  Lo miras, ahí, bamboleado por las aguas, observas su silueta recortada en las sombras, lo ves destruido por las olas furiosas del océano .

    Poeta, ya sólo quedan Dante y sus infiernos, la cruz sin Jesucristo, las erupciones, los incendios, los ángeles de fuego… los pases cabalísticos, las maldiciones bíblicas, la locura y el licor.

    Malc, apaleado marinero, asiduo de burdeles, borracho de jazz. Esos comprimidos amarillos que tragas con la venia del alcohol, son –para ti el hastiado- lo que promete una vida verdadera. Ese enjambre de cápsulas vibrantes, cual aristas de un sol empastillado, atraviesan finalmente tu escocida garganta y, contigo, la garganta de la Tierra.

    El peso del tiempo pasado no ceja de estrujar y exprimirte el cerebro. Sabio normando o celta de cara enigmática al final del final.

    Artista enginebrado, whiskeado, cerveciento, mezcalino, vinoso, maloliente en el jergón de noche, perfumado de tufillo de manzanas en el blancor del día. Antihéroe de cuerpo grande y torpe, de cara bonachona y ojos claros, en extremo lo has sabido: la vida es un infierno y… ¡ay! es un hermoso, mágico, irrepetible paraíso.

    Amigo de 48 calendarios: frente el mugriento espejo, envuelto en humo de tabaco, observas tus facciones hundiéndose en el sueño, tu rostro de viejo conocedor de cosas secretas, tu cara de montañero de Cheshire curtida por el viento, la sal, el hielo, la sed inclemente, el Sol. Rostro de esfinge deteriorado por el golpe y el golpe de la canicular arena, infinita, letal.

    Angustiado marino, la noche es espesa, eres mártir de un inmaduro amor derrumbado en su revuelta alcoba… mas, un mártir beodo, ahogado con el barco, la bitácora y todo.

    Has pagado un preciado demasiado alto por navegar sin una mejor vela… en lo sombrío del alma, en lo tenebroso del alma, en los pantanos pútridos que son el hombre. Nos dejas tu odisea, báquico poeta, navegante extraviado. Alfadir que regresas al Wirral, embarrilado, perdido entre las islas y las aguas del Mimir.

 

Darío Iturregui D.

Junio 25 de 2020

(Es segunda versión)